Es considerada como la jugada más representativa y memorable en la historia del futbol americano profesional.
Sucedió el 23 de diciembre de 1972 en el partido de playoffs (eliminación directa) disputado por los Acereros de Pittsburgh y los Raiders de Oakland en el estadio de los Tres Ríos, casa de los steelers hasta el año 2001.
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Faltando 22 segundos para que el juego terminara, el marcador se encontraba 6-7 a favor de Oakland, en cuarta oportunidad desde la yarda 40 del campo de Pittsburgh, el mariscal de campo,Terry Bradshaw, lanzó un pase a su corredor John “Frenchy” Fuqua pero el safety (defensor profundo) de los Raiders, Jack Tatum, logró desviar el balón chocando directamente contra el receptor. El balón salió disparado hacia adelante y cayó de manera dramática en las manos del corredor de Pittsburg, Franco Harris, quien levantó de manera magistral el ovoide antes de que este tocara el suelo y corrió 60 yardas para anotar un touchdown (anotación) y darle la victoria a los Acereros de Pittsburgh.
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El marcador terminó 7- 13 y significó el pase de los Steelers a la final de la Conferencia Americana, previo al super bowl donde serían derrotados por los Delfines de Miami. Sin embargo esta jugada marcó el inicio de una época de dominio por parte de los Steelers en la National Futbol League.
Esto le valió un monumento muy peculiar dedicado a esta famosa jugada en la ciudad de Pittsburgh, Pennsylvania.
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